(Por Luis Climenti)

Vamos a darte una noticia: aunque no lo hagas, ¡siempre estás comunicando!

Cuando hablás o cuando no, siempre estás emitiendo un mensaje. Porque incluso el silencio que generamos también dice mucho. Y lo que es peor: nuestro entorno se encargará fácilmente de completarlo con rumores, creencias y preconceptos que harán un ruido enorme.

 

Por eso, NO comunicar es dejar que los otros “tomen el control de tu voz”. Siempre es necesario brindar respuestas concretas, con criterio, argumentos sólidos y desarrollando un trato cercano. La relación franca beneficia las relaciones y los negocios en el tiempo, más aún en momentos de crisis.

Veamos un ejemplo: si una empresa entra en una crisis por cesación de pagos, y en vez de emitir algún tipo de explicación y marcar un plan de acción concreto, desaparece de la escena pública, ¿no se empezarán a alertar los empleados, clientes habituales y proveedores? En ese caso es muy importante realizar una comunicación efectiva y trabajar con nuestros públicos directamente afectados.

 

::: Esto es liderar nuestra comunicación :::

 

Muchas empresas optan por el silencio y dilatan situaciones creyendo que “así es mejor”. Pero lo único que consiguen es generar desconfianza y una caída en la reputación empresarial que costará mucho recuperar. A futuro, incluso, hasta pueden verse afectadas las relaciones que mantenían en pie a su negocio.

crisis

Si existiera un primer mandamiento de la comunicación efectiva, ese sería: ¡Comunicá siempre, con estrategia y foco, de manera asertiva, en las buenas y en las malas!

 

Trabajar mancomunadamente con las áreas correspondientes, plantear nuevas estrategia y comunicar correctamente siempre va a ser una buena salida. Beneficiará futuros negocios pero, fundamentalmente, a las relaciones con toda la comunidad.