¿Qué opinás de esta idea?: “Así como la Revolución Industrial liberó al ser humano del trabajo físico; la Revolución digital, con el uso de la IA, nos está arrebatando el dominio de la inteligencia, pero sin ofrecernos nada a cambio”.
Se trata de un texto que leí por ahí y que me dejó pensando. La verdad, personalmente creo que es un tanto exagerado. Como en otras revoluciones tecnológicas e innovaciones de comunicación, creo que la IA sí nos está ofreciendo algo a cambio, si sabemos cómo utilizarla. Las profecías fatalistas dicen que para 2030 se alcanzará una IA “general” que desbordará las capacidades cognitivas del ser humano y, en 2050, otra ola fuerte que, además, desarrolle estados mentales propios.
Sin embargo, aunque es verdad que toda revolución conlleva algo de toxicidad, está en nuestras manos aprovecharla a nuestro favor y sin soltar jamás nuestra inteligencia humana fundamental.
Otra cosa que escuché es que la IA “conduce a la especie humana hacia un riesgo sistémico de sustitución por las máquinas. No olvidemos que la IA nació como una tecnología que perseguía replicar el cerebro humano sin sus limitaciones e imperfecciones”. Bueno, frenemos la pelota. En lo que a mi respecta, en el universo de la redacción, la escritura periodística y la generación de contenidos para empresas, le encuentro, por lo menos 4 grandes posibilidades de uso:
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Desbloqueo mental: porque a todos nos pasa que tenemos días en los que no podemos romper la hoja en blanco y, como no somos artistas, no podemos esperar a que “las musas inspiradoras acudan a nosotros”. A veces tenemos que activar en el día, sí o sí, para cerrar un trabajo pendiente.
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Análisis de la información preliminar: cuando tenemos mucho material desde donde partimos para escribir, la IA nos puede ayudar a condensar conceptos, a hacer un resumen o a encontrar un enfoque.
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Búsqueda de fuentes: no es 100% abarcativo, pero nos allana bastante el camino en el abordaje de, por ejemplo, cuáles son los datos o relevamientos existentes en determinado tema.
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Revisión: podemos pedirle a la IA que revise un texto, teniendo en cuenta factores que sean decisivos como: “qué más agregarías a este texto teniendo en cuenta que lo va a leer una persona de tal edad que se dedica a tales cosas…”; o bien: “qué título alternativo podrías darme para esta nota”, etc, las posibilidades son infinitas y siempre hay puntos de mejora.
¡Guarda! porque ya veo venir los comentarios criticones, somos los redactores los que, con nuestro arte, profesionalismo y pasión, podemos generar textos de mayor valor agregado. ¡Eso es irreemplazable! ¡Pero qué bueno es tener un asistente de lujo siempre a mano, ¿no te parece?!
¿Para qué otras cosas utilizás vos la IA?
¡¡Para transcripción de audio y video!! Hoy en día, las tecnologías disponibles son increíbles. Obviamente, el resultado entregado tiene que pasar por la revisión humana para ver si el motor automático se perdió en alguna pronunciación rara, o con la entonación, o con la puntuación… pero se gana un tiempo incalculable
Así es, es una gran ayuda, aunque claro que no reemplaza la labor profesional ni la inteligencia humana.