¿Alguna vez prestaste atención hacia dónde mira el profesor cuando vas a una charla o a una clase? ¡Fijate! El que expone siempre mira a alguna persona en particular, nunca anda con la mirada perdida en la nebulosa. Siempre mira a alguien concreto, va cambiando de persona, pero está siempre haciendo contacto visual.
Esto mismo se aplica para la redacción de contenido: es muy difícil escribir cuando partimos de la idea de una audiencia enorme, cuando pensamos en “la comunidad”, “los clientes”, “los seguidores”. Si queremos complacer a todos, no complacemos a nadie.
En cambio, si identificamos a UN CLIENTE IDEAL, que sea especial por algo, que represente ese tipo de persona que nos gusta tener como cliente, con la que nos llevamos bien, a la que conocemos y a la que sabemos que podemos ayudar mucho con nuestro producto o servicio, entonces ¡a ella/él vamos a escribirle!
No escribas solo para vender, escribí mejor para CONQUISTAR
Como si le estuvieras escribiendo ese mensajito de WhatsApp al chico/a que te gusta, y pensás mucho en él/ella antes de apretar “send”, cuidás cada palabra y te fijás bien cómo le va a caer eso que le decís. ¡Hasta tratás de anticipar sus respuestas!
Así, de la misma forma personalizada, con el mismo amor y cuidado, debés crear los mensajes para tus clientes y potenciales clientes.
Al principio cuesta y lleva tiempo, no te vamos a decir que no. Pero con el tiempo le vas a tomar la mano y vas a sentir la satisfacción de los resultados conseguidos.
¿Qué tipo de contenidos te cuesta más escribir? ¡Contanos!