Aflojar también es avanzar

Aflojar también es avanzar

¿Tus días están demasiado llenos de responsabilidades?

Si miro para atrás, mi historia está marcada de compromisos y responsabilidades. La responsabilidad de elegir una carrera. De conseguir trabajo. De tomar las mejores decisiones posibles en cada momento. De asignar el tiempo adecuado a cada cosa, según su importancia.

¿Demasiado tiempo libre? ¡Hay que volver a la tarea! ¿Demasiado dispersa? ¡Hay que reconectar con lo importante! ¿Demasiado, demasiado…? ¡Volver, volver! Primero lo primero.

La responsabilidad, el esfuerzo, el compromiso, las metas… ¡ay! A veces es un montón.

Y ojo: no puedo decir que esta metodología no me sirvió. Conseguí mucho, conquisté mucho. Cada día me agradezco a mí misma por la tenacidad con la que crecí, maduré y me desarrollé.

Pero hoy me pregunto si no necesito aflojar, un poco, la exigencia. Dejar el qué dirán. Y dedicarme, sin más, a lo que me gusta. Suena fácil decirlo, ¿no? Pero, en la práctica no es tan simple.

Hacer esto que estoy haciendo en este momento: escribir por escribir. Escribir porque me apasiona. Escribir sin pensar en el algoritmo. Sin fórmulas. Ser-yo-en-la-escritura.

Tal vez esta nueva versión de mí no me lleve a ningún lago específico. Tal vez no logre «engagement». O, mejor dicho, sí: tal vez me sorprenda arribando sin querer a disfrutar el tiempo presente. Y eso, créanme, ya es mucho.

“La perfección es una pulida colección de errores.” — Mario Benedetti

El disfrute es presente. La plenitud está en lo que ya soy, en lo que ya tengo (me lo digo y me lo repito para no olvidarlo… ¡antes que un nuevo compromiso me saque nuevamente de mi eje).

Y vos, ¿también sentís que tenés que aflojar un poco cada tanto? 📩 Te leo en los comentarios o en mis redes.