Me vengo haciendo estas preguntas últimamente, porque se acercan los 15 de De Contenido y en vez de bailar el vals se me dio por ponerme reflexiva.
Y la respuesta que tengo hoy es: ¡15 años de entrenar a fondo mi capacidad de escucha! 🗣
¡Claro! Casi como una psicóloga. Porque escribir (para empresas, en medios y donde sea que nos convoquen) siempre implica poner en juego una receta infalible: predisponerse a entender al otro, a detectar su necesidad aunque todavía esa idea no haya encontrado la luz y sea casi indescifrable.
Acercarme a cada nuevo proyecto es meterme por un ratito en el corazón de ese proyecto y hacer silencio hasta detectar el pulso, que a veces es casi imperceptible.
✍ Escribir es ordenar ideas y darles su propio ritmo. No es magia. Es compromiso, dedicación. Y también es aprender a soportar la frustración de la “página en blanco” ¡tan intenso como desafiante momento!
“No te quedes sin palabras”, ese propósito que nació hace ya casi 15 años sigue vivo gracias a toda esta metodología. Se trata de amar a las letras, aún cuando nos digan que “la gente no lee”. Porque está claro que en mensaje de valor, bien escrito (o bien dicho) puede llegar a “tocarnos” y se gana para siempre un lugar en nuestra memoria.
Contame, ¿qué mensaje recibiste en los últimos tiempos que te quedó grabado en la memoria o el corazón?