¿Qué hacemos los redactores desde que toooodo es video en las redes sociales? ¡Lo mismo de siempre, ESCRIBIMOS, pero en formato guión! ¡obvio! Porque no importa qué formato tenga un contenido… ¡siempre hay una idea de fondo que necesita ser expresada en palabras!
Las buenas ideas no surgen por arte de magia, parándose frente a cámara. ¡Nop! Se necesita de una estrategia, de un planteo, de un enfoque y, por ende, de todo un proceso profesional que cosiste en “poner en palabras concretas esa idea que va a llevarse a la cámara”.
¡Y ahí estamos nosotros, los redactores, que tenemos la responsabilidad de hacer dos cosas clave (tal vez más, pero empecemos por estas):
- Definir el “objetivo” del video e investigar qué tipo de persona va a personificarlo. Luego, crear ese mensaje palabras simples y breves.
- Además, definir un tono, estilo y un ritmo apropiado para ese contenido, de manera que la persona que lea ese texto pueda “hablarlo”. Es decir, escribir un guión es escribir con naturalidad, con dinamismo, sin frases hechas, buscando siempre ser coloquiales, espontáneos y detectando las palabras que son típicas de la oralidad.
El ritmo que le ponés a la escritura del guión, va a ser el «color» y la magia que va a tener el video una vez realizado.
¡Y cuidado! porque, si a la hora de escribir el guión para un video, llenamos el texto de palabras muy asociadas a la prosa y a la escritura, ese video se va a escuchar super contracturado cuando lo grabemos.
No sé si alguna vez le prestaste atención, pero pasa lo mismo en las películas:cuando el guión esta flojo… hay algo de los personajes que «no suena bien”, que «no cierra», que no es creíble y que no conecta. ¿Te habías fijado en eso?
Bueno, ahora ya conocés algo más sobre el trabajo de los redactores y un tip para tomarte el tiempo de escribir a conciencia, si estás tratando de generar tus propios videos ¡Vamos, que puede ser súper divertido!