Cuando un producto o servicio llega con un mensaje personalizado, genera empatía y cercanía, y refuerza la recordación y fidelización de marca.

mensajes personalizados¿Qué quiere decir “personalizado”?

No necesitarás sentarte a escribir un mensaje por cada venta que cierres, pero sí crear uno o varios modelos de textos estratégicamente redactados para conectar con esa persona que acaba de comprar, que acaba de abrir el paquete, que recién se va de tu negocio o que hace pocos días tomó un servicio de tu empresa.

Un mensaje se siente y se percibe como personalizado cuando la persona que lo escribió realmente se puso a pensar en su interlocutor. ¡Y ojo con esto! Muchas veces creemos que podemos venderle “a todo el mundo”, que nuestros clientes son “todas las mujeres jóvenes del país”, sin embargo el primer paso Y EL MÁS IMPORTANTE a la hora de generar contenidos es ajustar el perfil de tu cliente ideal, conocer sus gustos, pensamientos, estilo, maneras de hablar y demás. Eso es lo que te va a permitir crear un mensaje que tenga “su onda”, que le llegue de verdad (uff… hay tanto para decir sobre este tema que creo que lo voy a dejar para un próximo post).

Pero sigamos con la idea de hoy: ¿por qué son importantes estos mensajes personalizados? Porque podemos olvidar el nombre de una marca o la cara del vendedor…  ¡pero nunca olvidaremos las sensaciones que esa experiencia de compra nos hizo sentir! Si la pasamos bien, si nos dijeron algo lindo, si nos regalaron un mensaje oportuno ¡eso quedará grabado en nuestra memoria!

 

Por eso acá te dejo 5 ideas concretas que podés llevar a la práctica:

  1. Bolsas, envoltorios y packaging: más de una vez me encontré con marcas que aprovechan estos espacios no sólo para dar visibilidad a sus logos y colores institucionales, sino también para hablarle a sus clientes. Si tu marca de ropa es de estilo bohemio y en la bolsa hay un poema con ese espíritu, ¡doble impacto tendrá en la percepción de tu clienta! Y seguramente querrá guardarla o reutilizarla. Este tipo de espacios resultan muy interesante para transmitir un “mensaje-regalo” con espíritu de marca. Y podés crear varios modelos, variándolos por día, mes o temporadas.
  2. Tarjetas: La vieja y conocida tarjeta hecha en papel, que puede acompañar la factura de compra o el producto en sí mismo, es un espacio ideal para “declararle tu amor y agradecimiento al cliente”. Es un espacio mucho más íntimo, donde podés expresarle a esa persona tu agradecimiento por la compra, o incluso invitarla a estar en contacto a través de las redes para que te haga una devolución sobre su experiencia. ¡La clave!: es ser lo más cercanos posibles desde el tono y estilo, bien directo y cálido, porque es algo que cada persona leerá individualmente, no es un mensaje masivo.
  3. Mails post venta: el contacto post venta “cierra un ciclo” y si se usa correctamente, sirve también para reforzar la llegada de marca e incluso para llevar a esa persona a que nos visite nuevamente en las redes o en la web. ¡Cuidado en este caso con los mensajes estandarizados! Se trata de crear un mail que tenga un propósito: ¿qué le quisieras decir a alguien que acaba de comprarte?, ¿quisieras hacerle una invitación?, ¿un regalo?, ¿un pedido de opinión o de recomendación? Pensalo y armalo a consciencia, teniendo en cuenta de qué manera le gusta a tu cliente que le hablen. ¡Esto es fundamental y será lo que genere más respuestas!
  4. Mensajes motivadores (en papel o digital): muchas veces la idea no es invitar al cliente a que opine, ni agradecerle por nada… sino solamente hacerle un regalo, estar presentes en su vida, darles un plus por su compra. En estos casos los mensajes en contexto, suelen ser muy interesantes: fechas especiales, fin de año, vacaciones, o motivacionales en contextos de crisis como el actual, seguramente van a ganarse un lugar en la mente y en el corazón de quien lo lee. El desafío acá es ser simples pero cercanos. Cálidos pero no cursis. Originales pero a tono con nuestra personalidad de marca.
  5. ¡Y la yapa! Mensajitos en el ticket de compra: me pasó últimamente que recibí un pequeño mensaje de agradecimiento o el dibujo de una carita feliz con mi nombre en el mismo ticket de compras que me entrega el vendedor. Implementar un gesto que humanice tu marca es una manera de acercarte a tu cliente y dejar de manifiesto que te importa y que no es un número más. Seguramente hay muchas maneras de implementar esto, dependiendo el rubro, las posibilidades en cuanto a la logística y demás, pero te invito a conversarlo con tu equipo y juntos encontrar la manera de hacerlo. ¡Les va a servir muchísimo!

Y si te animás a poner manos a la obra, ¡consultame las dudas que te surjan en el momento!

× Consultá sin costo!